lunes, 4 de septiembre de 2017

" Vega de Pas "



" En el Comedor de Casa Frutos, antes de hincar el diente "


26.08.2017
Sábado
Vega de Pas 
Casa Frutos

Hacia tiempo que no volviamos a Vega de Pas, este año habíamos reservado el Lechazo tan típico del Valle de Pas en Casa Frutos, comenzamos nuestra excursión de día, acercándonos a Picón Blanco, (antigua base militar), el recuerdo de la llegada victoriosa de Mikel Landa en la Vuelta a Burgos, nos hizo conocer esta cima tan bonita, cuyas vistas en un día despejado, te dejan atónito, no fue nuestro caso, ya que había una bruma muy característica en estas alturas, el viento reinante, nos hizo desistir de estar mucho tiempo en tan precioso lugar.
De ahí nos trasladamos bajando la sinuosa y vertiginosa carretera de las Estacas de Trueba hacia la localidad de Vega de Pas, el paisaje es realmente fantástico, alguno le recuerda la Sa Calobra , pero el verde reinante en estas latitudes es un manto realmente maravilloso, muy distinto de la bella localidad mallorquina.

" El viento reinante en Picón Blanco es notorio en el pelo de las chicas "

" Vista del Ayuntamiento y la Iglesia de Vega de Pas "

" Las Chicas tomando el Aperitivo de rigor, los güitos bien limpios "

" Los Miradores típicos de la arquitectura popular cántabra "

" Los Chicos delante del bar típico La Estantería "

" Al fondo Casa frutos, donde comimos estupendamente "

" Pan de pueblo  y Vino Luis Cañas, para empezar no esta nada mal "

" Un Quesuco del Valle, un bonito detalle de la Casa "

" Un pan riquísimo, que no se estira últimamente "

" Un estupendo Cocido Montañes " 

" Un riquísimo lechazo con patatitas de las buenas "

" Un extraordinario pastel de queso, que bueno Dios mio"

" Un Gin Tonis de los buenos, ya cerca de casa, el Cruce de Raúl "

" Rematamos el día con esta guisa en Fiestas de Entrambosrios "


Hacia años que no volviamos a la Vega de Pas, a lo mejor nueve años, los recuerdos del México, seguirán en nuestras retinas, aquel comedor oscuro, esos hules de toda la vida, la simpatía y el cariño con que nos trataban , aquel cocido montañés, el lechazo, aparte de la quesada y el sobao, que tiempos que eramos capaces de comer todo el menú tan típico de esta Vega Pasiega  tan preciosa. Pasamos un dia muy bonito, que seguro que repetiremos, no se que año, pero volveremos si Dios quiere, seguro.

" Volveremos "


El Sobao Pasiego 

La Comisión Europea les concede categoría de producto con denominación de origen protegida desde 2009 al Sobao y la Quesada.


" El Sobao Pasiego, una delicatessen "


RECETA CASERA DEL SOBAO PASIEGO
En primer lugar, necesitamos los siguientes ingredientes:
250 gramos de mantequilla
Ralladura de un limón
3 huevos
250 gramos de harina
250 gramos de azúcar
2 cucharaditas de levadura
1 cucharada de ron
Levadura en Polvo y Sal
Para entender correctamente dónde reside el secreto de la receta del sobao pasiego podemos aprovechar el origen de su nombre. Para elaborar un auténtico sobao hay que llevar a cabo un amasamiento muy minucioso de los ingredientes. Se dice que “hay que sobar bien la masa” para obtener un buen resultado y de esta acción de sobar la mezcla es de donde viene el nombre del postre.
Los ingredientes que debemos tener en nuestra cocina son harina (250 gr), azúcar (250 gr), mantequilla (250 gr), huevos (3), ron (una cucharada), sal y levadura en polvo (dos cucharadas pequeñas). El primer paso es trabajar la mantequilla, ligeramente reblandecida, con el azúcar, la ralladura de limón, una pizca de sal, los huevos batidos y el ron. Todos ellos deben ser bien trabajados con las manos hasta que estén perfectamente mezclados.
Por otro lado hay que mezclar la harina con la levadura en polvo y después añadirlo a la pasta anterior. Una vez que tengamos formada una masa homogénea hay que preparar unos moldes de papel que llenaremos hasta la mitad con la pasta que hemos creado.
Unos cinco minutos antes de introducir los moldes en el horno, deberemos haberlo encendido a una temperatura de 180 ºC. Pasado este tiempo los introducimos dentro y esperamos 15 minutos, hasta que veamos que han adquirido un color dorado. En este paso es esencial retirarlos del horno antes de que queden resecos, puesto que perderían su esencia.
Sólo falta dejarlos enfriar y ya podemos hincar el diente a nuestro sobao.











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