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" Lo recuperaremos, seguro " |
13.09.2014
Sábado
Espinosa de los Monteros - Quisicedo
Recorrimos la mitad de la etapa Espinosa de los Monteros - Pedrosa de Valdeporres (27 km), nos quedamos en Quisicedo, unos doce kilometros de pura Naturaleza, por unos caminos cargados de Historia y Leyendas, por un camino olvidado que tenemos que recuperar entre tod@s.
Comenzamos el recorrido en la Villa Espinosiega, puede admirarse una escultura de Santiago en la fachada del Palacio de los Cuevas de Velasco, existe al parecer un arroyo que lleva el nombre del Apostol. Después de pasar el Puente del Rio Trueba, nos encontramos con la deteriorada Torre de los Velasco, desde allí a través de Santa Olalla, nombre de honda raigambre medieval, existe una Iglesia interesante, de las mas antiguas de la Provincia de Burgos, de estilo Ramirense Asturiano, entramos en la Sonsierra a traves de Para, llegamos al lugar donde estuvo Cerezos, hoy solamente un recuerdo, de allí se llegaba a Redondo, cuya Ermita situada en una Altozano esta dedicada a Santiago, en el retablo del altar mayor presidido por San Cristobal, se venera una imagen del apóstol policromada con esclavina adornada con conchas y un bordon con su calabaza en su mano derecha.Siguiendo este recorrido se pasa las vías del ferrocarril y se gira a mano derecha llegando a Herrera, barriada en el que existió una ermita dedicada a Santo Tome.
De allí llegamos a un cruce donde divisamos Quintanilla del Rebollar, si giramos a la derecha y subimos unos quinientos metros nos encontramos con El Rebollar, la Iglesia mas grande de la merindad, con dos portadas, una románica y otra gótica, una joyita que perteneció a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalen, en su retablo mayor preside San Juan Bautista, pero junto al sagrario existen cuatro pequeñas imágenes, muy deterioradas, pero una de ellas es Santiago Peregrino con su sombrero adornado con la tradicional venera, su mano derecha mutilada, portaba quiza el bordon. Existe un Tejo precioso en la misma entrada a la Iglesia.
Muy cercana se encuentra Quintanilla del Rebollar, cuya iglesia atesora un Magnifico retablo presidido por San Clemente, a ambos lados existen doce imágenes de los apóstoles, Santiago se encuentra con una espada, símbolo de su martirio, ya que murió decapitado. Atravesando el bosque, a unos cinco kilómetros se encuentra Quisicedo, su Iglesia esta consagrada también a Santiago, la cabecera es románica, de finales del Siglo XII, esta situada sobre la altura que sirve de divisoria a las aguas del Valle, junto a un antiquisimo camino " El calero" y a poca distancia de una torre levantada por los Fernandez Velasco, en las cercanías del atrio existieron restos de una Necropolis Medieval, cuyas tumbas excavadas en la piedra fueron rellenadas y cubiertas. El retablo del Altar mayor esta presidido por un relieve de Santiago Matamoros, en su mano izquierda lleva un pendon coronado con una cruz, lo que demuestra una vez mas que estuviera relacionado con el camino Santiagues.
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" Camino Olvidado, Camino Viejo, Camino de la Montaña " |
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" Santa Olalla " |
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" Divisando las siete conchas " |
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" Paramos en Para " |
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" Para Vosotr@s " |
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Cerezos de Barcenillas......? |
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! Casa derruida.......? ! |
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" Un Castaño Centenario "en Redondo |
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" Las Moras en su plenitud " |
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" Vaya Manzan....s? " |
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" Aupa Oker, siempre te recordaremos " |
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" Un método eficaz y singular para proteger los postes " |
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" Casa Rural en Quintanilla del Rebollar " |
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" Unas Bellezas de la Naturaleza " |
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" Entre Pinares " |
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" Quisicedo de Sotoscueva " |
Continuamos la senda que nos lleva a Villabascones a través de un robledal maravilloso, termino de repoblación vascona, existe una ermita dedicada a San Sebastian, mártir cuyo culto fue también introducido por los devotos jacobeos y cuyo martirio pinto El Greco con su alucinada mirada, cercano a Villabascones se encontraba San Felices, poblado de gran antigüedad como atestiguan las tumbas antropomorfas de otra necropolis que se encuentran en la Dehesa comunal.El origen de estos restos arqueológicos los mas importantes de Sotoscueva en su genero pertenecen al Siglo X o principios del XI. Continuando el camino paralelo a la carretera general, nos encontraremos con el Museo Etnografico de la Merindad de Sotoscueva, antigua Casa del Valle. En el exterior hay en tamaño natural unas representaciones de los oficios mas extendidos en el Valle de las Siete Juntas, como son la Carbonera, el Potro, una Carpinteria, una Fragua y un Colmenar de Apicultor, una visita muy interesante.
En la pradera que se extiende entre Villabascones y Cueva, muy cercana a El Cruce se levanta la Ermita de San Roque y a escasos metros, junto al Camino Real, existió una una minúscula Ermita Limosnera y subsiste un pequeño manantial llamadas ambas Miguelon. Tanto San Roque, patrono contra las pestes, como el Arcángel San Miguel, son tambien santos de tradicion Jacobea. Si continuamos la carretera, llegaremos a Cueva, de allí a menos de un kilometro entraremos en "Un Trocito de Paraiso "que les aseguro, si lo contemplan detenidamente, no se olvidaran de San Tirso y San Bernabe tan facilmente. " Monumento Natural Ojo Guareña "
Continuamos nuestro recorrido, por la dehesa y llegaremos cruzando el rio a Quintanilla de Sotoscueva, nos saludan unos Castaños Centenarios Preciosos, dejando la Iglesia dedicada a Nuestra Señora la Virgen, llegamos a Vallejo, donde según los historiadores existio una calzada romana de tierra simplemente apisonada (Via Terrena). La iglesia dedicada a San Caprasio pertenece al Siglo XIV, de tipo Cisterciense y en su abside cuadrangular existen signos evidentes, como marcas de canteros medievales, el campanario es exterior con escaleras de piedra. En el Retablo de su Altar Mayor, existen dos relieves que representan a San Pedro y Santiago, este ultimo con la espada, símbolo de su martirio, quizas la menos frecuente de las representaciones del Apostol.
Continuamos hacia Entrambosrios, dejamos la Iglesia dedicada a San Bartolome y cruzamos su Plaza, deteniendonos en un Juego de Bolos, cubierto y con gradas de una belleza sin igual, beberemos agua fresca de la fuente y continuamos nuestro camino, a la izquierda hay un camino que nos sube directamente a la Iglesia de La Parte, ultimo pueblo de Sotoscueva, estaba su iglesia dedicada a San Martin, una de las advocaciones introducidas en España por los viajeros del Alto Medioevo, pero retrocedamos de nuevo a Entrambosrios y crucemos la carretera general y atravesando una granja con barrera, el camino desde el principio hasta el alto, es de una gran belleza, de un arbolado que te cobija del sol, saldremos del bosque y nos toparemos con otra ermita limosnera, de allí rodeados de argoma y brezo llegaremos a la Cruz de Colladio, donde las vistas, nos despiden del precioso Valle de Sotoscueva.
Para bajar por una antigua calzada romana destruida seguramente por la ignorancia de la mano del hombre, hoy un camino ganadero para uso compartido de la Merindad de Valdeporres y las Siete Juntas del Valle, un lugar cuya riqueza histórica, ecológica y paisajista se deshacen con los restos de un poblado que se levanto con motivo de la perforacion del tunel que debía atravesar el ferrocarril Santander - Mediterraneo, llamado " El Tunel de la Engaña ", creo sinceramente que el nombre lo dice todo, representa a los cientos de personas, presos, etc, que fueron verdaderamente engañados y vilipendiados. Seguiremos la carretera adentrandonos en el Valle de Valdeporres, cruzaremos Rozas, divisando entre los riscos, a la izquierda, de un puente de piedra natural, llamado " El Ventanon ", pasaremos por San Martin de Porres y llegaremos al final de esta etapa en Pedrosa de Valdeporres.
Os dejo, con unos versos de Garcia Lorca en su Balada Ingenua.
El Camino de Santiago en el Valle de Sotoscueva, una etapa hermosa, que disfrutareis como enanos. Os la recomiendo.
! Ultreia !
(Balada ingenua)
Esta noche ha pasado Santiago
su camino de luz en el cielo.
Lo comentan los niños jugando
con el agua de un cauce sereno.
¿Dónde va el peregrino celeste
por el claro infinito sendero?
Va a la aurora que brilla en el fondo
en caballo blanco como el hielo.
¡Niños chicos, cantad en el prado
horadando con risas al viento!
Dice un hombre que ha visto a Santiago
en tropel con doscientos guerreros;
iban todos cubiertos de luces,
con guirnaldas de verdes luceros,
y el caballo que monta Santiago
era un astro de brillos intensos.
Dice el hombre que cuenta la historia
que en la noche dormida se oyeron
tremolar plateado de alas
que en sus ondas llevóse el silencio.
¿Qué sería que el río paróse?
Eran ángeles los caballeros.
¡Niños chicos, cantad en el prado.
horadando con risas al viento!
Es la noche de luna menguante.
¡Escuchad! ¿Qué se siente en el cielo,
que los grillos refuerzan sus cuerdas
y dan voces los perros vegueros?
Madre abuela, ¿cuál es el camino,
madre abuela, que yo no lo veo?
Mira bien y verás una cinta
de polvillo harinoso y espeso,
un borrón que parece de plata
o de nácar. ¿Lo ves?
Ya lo veo.
Madre abuela. ¿Dónde está Santiago?
Por allí marcha con su cortejo,
la cabeza llena de plumajes
y de perlas muy finas el cuerpo,
con la luna rendida a sus plantas,
con el sol escondido en el pecho.
Esta noche en la vega se escuchan
los relatos brumosos del cuento.
¡Niños chicos, cantad en el prado,
horadando con risas al viento!
Una vieja que vive muy pobre
en la parte más alta del pueblo,
que posee una rueca inservible,
una virgen y dos gatos negros,
mientras hace la ruda calceta
con sus secos y temblones dedos,
rodeada de buenas comadres
y de sucios chiquillos traviesos,
en la paz de la noche tranquila,
con las sierras perdidas en negro,
va contando con ritmos tardíos
la visión que ella tuvo en sus tiempos.
Ella vio en una noche lejana
como ésta, sin ruidos ni vientos,
el apóstol Santiago en persona,
peregrino en la tierra del cielo.
Y comadre, ¿cómo iba vestido?
le preguntan dos voces a un tiempo.
Con bordón de esmeraldas y perlas
y una túnica de terciopelo.
Cuando hubo pasado la puerta,
mis palomas sus alas tendieron,
y mi perro, que estaba dormido,
fue tras él sus pisadas lamiendo.
Era dulce el Apóstol divino,
más aún que la luna de enero.
A su paso dejó por la senda
un olor de azucena y de incienso.
Y comadre, ¿no le dijo nada?
la preguntan dos voces a un tiempo.
Al pasar me miró sonriente
y una estrella dejóme aquí dentro.
¿Dónde tienes guardada esa estrella?
la pregunta un chiquillo travieso.
¿Se ha apagado, dijéronle otros,
como cosa de un encantamiento?
No, hijos míos, la estrella relumbra,
que en el alma clavada 1a llevo.
¿Cómo son las estrellas aquí?
Hijo mío, igual que en el cielo.
Siga, siga la vieja comadre.
¿Dónde iba el glorioso viajero?
Se perdió por aquellas montañas
con mis blancas palomas y el perro.
Pero llena dejome la casa
de rosales y de jazmineros,
y las uvas verdes en la parra
maduraron, y mi troje lleno
encontré la siguiente mañana.
Todo obra del Apóstol bueno.
¡Grande suerte que tuvo, comadre!
sermonean dos voces a un tiempo.
Los chiquillos están ya dormidos
y los campos en hondo silencio.
¡Niños chicos, pensad en Santiago
por los turbios caminos del sueño!
¡Noche clara, finales de julio!
¡Ha pasado Santiago en el cielo!
La tristeza que tiene mi alma,
por el blanco camino la dejo,
para ver si la encuentran los niños
y en el agua la vayan hundiendo,
para ver si en la noche estrellada
a muy lejos la llevan los vientos.